Foto: tomada del Instagram  de @madslager

 

Texto: Roberto Cortez Zárate

Después de una temporada de sana distancia, volvemos a las andadas. Desde los sismos de 2017, que pararon las actividades de espectáculos, aproximadamente un mes, no se había presentado un paro tan acusado de las presentaciones masivas. Esta vez, la crisis es de dimensiones mundiales e involucra a toda la población.

Como consecuencia de la pandemia producida por Covid, los gobiernos a nivel mundial han actuado de manera semejante en virtud de frenar los contagios. No para evitar las muertes, pues al no contar con medicamentos o vacunas para lograrlo son inminentes. Pero sí para que los sistemas de salud alcancen para atender cuando menos a los organismos que resistan el ataque del virus. Y, también a quienes perezcan, darles un trato digno de atención.

La frase «quédate en casa» acuñada por el rockstar de la “cuatroté”, Hugo López-Gatell, derivó desde marzo en el cierre de bares, centros de espectáculos. Y culminó con el cese de cualquier tipo de congregación de personas.

Durante más de un mes, músicos, técnicos, empresarios y periodistas especializados han conseguido comunicarse con los públicos mediante conciertos, videollamadas y presentaciones virtuales. Las cuales han logrado paulatinamente un mayor nivel en cuanto a calidad del sonido y transmisión.

En algunos casos, los streaming han podido ser monetizados a través del cobro directo para el acceso. Como la solicitud de donativos mediante las plataformas especializadas en ese tema como paypal o donadora. Para así dar alternativas de ingreso a las personas relacionadas con la industria musical sin trabajo. Como siempre, los músicos independientes son los más participativos, aunque no necesariamente los de mayor audiencia.

Sin embargo, muchos amantes de la música en directo aseveran que para ese tipo de conciertos es mejor ver la grabación de un concierto con toda la calidad que implica. Pues nada se compara con la experiencia presencial. De alguna manera, los artistas se han «defendido», para mantenerse en la agenda del público. Mediante la presentación de grabaciones antes de Covid o grabaciones desde casa en sus estudios. Nunca como ahora la creación de estudios caseros supone una buena idea para la creación.

Por el momento, la cuarentena en la CDMX, se mantendrá por lo menos un mes más, pero el llamado «semáforo verde», que permitiría el retorno a los conciertos; por lo pronto, ideas como los «autoconciertos» ­—una idea tomada de los autocinemas del siglo pasado—  se presenta como una alternativa de conciertos que el público podrá disfrutar desde sus autos.

Los asistentes estarían limitados a permanecer dentro del auto, y el audio se transmitirá a través de una estación de radio, además de que no se contempla la venta de cerveza o bebidas embriagantes, pero si se tiene previsto que los asistentes (limitados a 800 por evento) puedan llevar sus propias bebidas.

Los autoconciertos no son nuevos, pero a raíz de la pandemia la idea fue adoptada en Europa y replicada en Estados Unidos. El 18 de mayo el cantante de música country Keith Urban tocó en un autoteatro en Tennessee con una producción y equipo reducidos.

La sana distancia en foros muy grandes, o los acústicos en sitios al aire libre, se presentan en el imaginario como la posible alternativa a la llamada «nueva normalidad», pero habrá que esperar a ver cómo se presenta la epidemia a nivel local, pues la llamada curva se aplanará de manera diferente en Puebla, Nuevo León, Guadalajara o CDMX: nuevas normalidades.

En la CDMX, el gobierno anunció que la reapertura de restaurantes, teatros y cines, pues acorde al Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad de la Ciudad de México, podría extenderse hasta fines de junio o inicios de julio, y con 30 a 50 por ciento de su capacidad.

Por lo pronto, queda estar al pendiente de esta otra forma de comunicación. En tanto, los invitamos al mirar El Rock Nuestro, emisión dedicada a la música, a ver qué les parece.