Foto: Facebook (@yosoycharliemontanna)

Texto: Lucas Zopishark

“Y llego el día, llego el maldito día…” de la partida del gran barbaján. Un infarto pudo vencer el corazón de Charlie Montanna y lo dejó sin latir.

Ahora sólo nos quedará su enorme legado musical de quien fue todo un icono del rock mexicano. Carlos César Sánchez Hernández desde su nacimiento fue todo un rebelde, decidió no esperar y nacer en el taxi de camino al hospital en el año de 1961 en la Ciudad de México (Distrito Federal en aquel entonces). Chilango de nacimiento pero nezatlense por adopción y elección. Sin duda uno de sus grandes amores fue la tierra que lo vio convertirse en un gran rockstar, la tierra del gran poeta Nezahualcóyotl.

Charlie Montanna se inició el mundo de la música con una guitarra de su hermano a finales de los sesenta. Según él, su gusto en aquellos años fue el grupo norteamericano The Monkees, a los que imitaba tocando el teclado. La primera influencia real y que lo motivo a soñar en ser músico, fue ver a Gary del grupo Rock Mobil Oil en aquellas tocadas de los hoyos funkies. Pero también afirma que al oír a Three Souls In My Mind, Enigma, Dug Dugs y Hongo logró reformar sus genes musicales.

Durante su estancia en la secundaria se juntó con un unos amigos y formó su primera banda de rock, Perro Muerto se llamaba. El ser popular con la chicas y sus sueños de convertirse en un rockstar motivaron su crecimiento y desarrollo. Perro Muerto inició con tocadas chaquetonas hasta que fueron invitados para abrir las tocadas de VAGO. La banda quedó impresionada con los alaridos del extrovertido Charlie, por lo que a inicios de los ochenta deciden incorporarlo.  Ahí inicia su formación profesional el «showman del rock subterráneo».

Con su inigualable melena rubia despeinada estilo glam, lleno de cuero y estoperoles; Monttana fue permeando en el gusto de la bandota. Logrando convertir a los «Sex Pistols de la Morelos» (como él le decía a VAGO) en un referente del rock en aquellos tiempos. En el icónico año de 1986, «el novio de México»  fue invitado por Toshiro Midori a la banda MARA. Con ellos grabó el disco Ficheras del Rock, en donde la rola “Hipócrita” resonó en todas las tocadas. Para finales de esa década,  Charlie decide salir de MARA y después de una gran peda de casi dos semanas con Leon Vago, decide retomar el camino con su antigua banda.

En esta segunda etapa surge la exitosa rola «Tú Mamá No Me Quiere» del disco Suicida. Con esto comenzó a subirse en los cuernos de la luna del rock mexicano. A pesar del gran éxito que los catapultó a realizar giras en los Estados Unidos, luego de una tocada a Los Ángeles a la que Charlie no pudo ir y a la par de una parranda extrema en Cuba, decide separase de VAGO y reincorporarse a MARA. Justo en los noventa, el rock mexicano tuvo un gran auge y consolidación, siendo MARA un bloque especial en esta etapa. Lograron tener fechas repletas de banda, realizando una gran gira por México y la unión americana, para después separarse definitivamente.

Después de un reencuentro personal en Europa en 1982, Charlie decide darle vida en solitario al gran «showman del rock subterráneo». Así nació formalmente Charlie Montanna, nombre que surgió del protagonista de la película Scarface. El vaquero rockarolero, además de talento, también tuvo un gran corazón y sensibilidad social. En 2012 creó una asociación civil dedicada a ayudar personas en situación de calle.

Sus rolas no dejarán de sonar y siempre podrá rockanrolear; su legado es tan grande que le dio el paso a la inmortalidad. Y si su mamá no lo quiere,  la bandota te querrá por siempre… ¡Adiós Charlie!