Bien alejado del centro del mundo, Chile se ha convertido en un paraíso de bolero, pop y adaptados sonidos latinos. En la camada más reciente de artistas, jóvenes digitales llenos de conexiones y libres de prejuicios, aparece brillante Gianluca. Con 23 años de edad ha revolucionado los sonidos de ese lado del mundo con una consistente y explosiva carrera. Canciones nostálgicas que no temen mostrar a un hombre en las inmensidades del amor, la decepción y la libertad generacional. Que se agrupan en mixtapes como SRR y Vortex de 2017, G Love de 2018 y un aplaudido disco debut de 2019 titulado Yin Yang.


Si la historia de Gianluca ya sabía de hits gracias a obras como la viral Siempre Triste, la densa “Luces Rojas”, “Amor Platónico” con un pulido dembow moderno. Y “Bart”, cuyas referencias populares la posicionan como una de las favoritas. La llegada de Yin Yang se transformó en la prueba definitiva de la versatilidad que posee el chileno. 
Colaboraciones con Gepe, Javiera Mena, Pablo Chill-E y Pedro Ladroga desde España, hacen del largo un paso por el estudio. Que se robó todas las miradas durante finales de 2019 y comienzos de 2020. Con un lanzamiento en uno de los teatros más relevantes de Santiago, un show completamente agotado en el que la estética y performance de Gianluca marcan la diferencia.

Gianluca - OddityNoise
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Relatos que no nacieron para quedarse atrapados en las cuencas de su natal Santiago de Chile. Gianluca comienza a conquistar el mundo, y tras una gira promocional a fines del año pasado que lo tuvo por México, España, Estados Unidos y Canadá. Sumado a la colaboración con productores de la talla de Mygal y Jaegen, el cantante se alinea a los nuevos paradigmas siendo parte de relevantes eventos musicales en línea, como Panorama Neutral. Y un deslumbrante paso por LAMC, con un showcase donde deja en claro su declaración estética en los himnos “Sismo”, “Flotando” y “Serenata”. 

En formatos pequeños, fiestas de escucha, clubes de moda o arenas completas, el músico apuesta por una experiencia total con su arte. Visuales, romance, videos musicales, perreo, tristeza, poesía, y una ascendente carrera que no parece tener techo de tope. Un nuevo prisma para entender la música latina en voz de un joven de la era digital. Con un entendimiento de sus contextos que hace imposible no sentir un grado de identificación, se tengan 15, 30 o 50 años de edad.