No sé por qué tiene tres apellidos, pero el nombre real del maestro de maestros Polo Polo es: Leopoldo Roberto García Peláez Benites

El nació en León Guanajuato el nueve de marzo de 1944. Para mí es el segundo mejor comediante de México, en primer lugar, esta Cantinflas. No hace falta tener criterios estrictos para calificar su comedia, basta con escuchar un disco, (o desgraciadamente ver un show o chiste en YouTube, porque en el 2016 dio su gira de retiro) para darte cuenta de que es un extraordinario comediante, no sólo te hace reír, sino te hace vomitar de carcajadas, te duele el estómago como si hubieras hecho 500 abdominales después de escucharlo.

A mí en lo particular me gusta, me agrada la comedia grosera, la comedia vulgar y corriente, ya que durante toda mi infancia y adolescencia me prohibían ver y escuchar chistes para adultos. Sin embargo, lo que se prohíbe es lo que más da curiosidad, así es que a escondidas escuchaba un casete que me presto un amigo, del famoso “Viaje a España”. Quedé pasmado con la habilidad, con la gran capacidad que tiene Polo Polo de hacer reír a cualquiera, incluso hasta el más santurrón. Estoy seguro de que si el papa Francisco escuchara un chiste de Polo Polo caería muerto de la risa. Incluso familiares que asisten a la iglesia, y son muy educados, cuando escuchan a Polo Polo, es interesante como no logran contener la risa por tanto tiempo, llega el momento donde sueltan la carcajada como si fueran una olla exprés.

Como comediante novato y conocedor de la comedia en todos sus formatos, me atrevo a decir que Polo Polo es el maestro de maestros. No sólo lo digo yo, sino muchos comediantes como Jo Jo Jorge Falcón, Adal Ramones, Jorge Ortiz de Pinedo, El costeño y hasta nuevos comediantes de la camada stand up, como Franco Escamilla y Slobotzki. El que no se ríe con chistes de Polo Polo es porque no tiene alma, reto a cualquiera a no reírse al escuchar y ver un chiste de Polo Polo, para apostar una gran cantidad, pues estoy seguro de que ganaría. Su dominio del escenario es excelente, tiene una gama jugosa de máscaras gestuales, de sonidos, de movimientos, tiene un ritmo impresionante, unos remates buenísimos (menos el ultimo de cada monólogo), te pone en contexto toda la anécdota, haciendo referencias a la cultura mexicana, utilizando groserías y albures, hace que todo eso que traemos reprimido inconscientemente, brote de forma saludable a través de la risa.

Incluso ahora, que existe una especie de cacería de brujas cuando a alguien se la va una frase políticamente incorrecta, el maestro es tan pero tan fino para ser vulgar, que lo perdonarían todos los sectores, porque es tan bueno que la gente se da cuenta que su único objetivo es hacer reír, no degradar o humillar a personas. Polo Polo utiliza todo aquello que es tabú para adornarlo con chistes.

Jamás fui a ver a Polo Polo a un show, espero que los rumores sobre su estado de salud no sean ciertos y todavía haya Polo Polo para rato.