Después de casi 40 años desde su subterráneo lanzamiento, éste material discográfico -«DNA On DNA»-, mantiene su sonido… desconcertante, transgresor y vanguardista, desde los primeros instantes del track 01.

«LOS DISCOS MÁS EXQUISITOS DEL UNDERGROUND»

Edición: El Álbum Compilatorio De DNA (Pt. 1)

 

…”Bon Appétit”

 

La Sopa. Breve Contexto Escénico

Hacia principios de los años ochenta, desde el salvaje corazón de las vanguardias escénicas más radicales de Nueva York, se gestó un tipo de escena derivada del punk, denominada no wave, (acepción adoptada como negación hacia la moda del new wave, y otras propuestas sonoras comerciales de la época). Una expresión subversiva que retomaba la agresividad e insurrección del punk, pero que al mismo tiempo, se vinculaba con dinámicas de búsqueda y experimentación sonora despojadas de toda visión técnica, formal o estética, así como a ciertas corrientes artísticas de ruptura como el dadaísmo.

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En dirección de las manecillas del reloj: Foto 1. Lydia Lunch. Foto 2. Algunos personajes del circuito «no wave». Foto 3. Arto Lindsay (DNA). Foto 4. Performance Contortions. Foto 5. Glenn Branca.

 

El Plato Fuerte. “DNA On DNA” El Álbum Compilatorio de DNA

Reeditado y recopilado en 2004, éste álbum presenta un condensado de ruido y exploración sonora subversiva, e incluso, de vanguardia; con mas de 30 tracks cortos (no más de 2 mins.). Una compilación en material grabado de 1978 a 1982, cuyo desarrollo abarca las dos grandes etapas de la banda, del 77’ al 79’ con Arto Lindsay en la guitarra y la voz, Robin Crutchfield en los teclados, e Ikue Mori en la batería; y del 79 al 82 sumando a Tim Wright en el bajo (quien cubriría el lugar de  Crutchfield en los teclados).

Plagado de violenta y abrasiva estridencia, así como rabiosos gritos sobre una alarmante, primitiva y sintética base… el álbum, inicia el primer bloque conservando su sonido desconcertante… transgresor… y vanguardista, luego de casi 40 años de su lanzamiento en la escena del bajo Manhattan.

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(De izquierda a derecha) Ike Mori (batería); Arto Lindsay (guitarra-voz); y Robin Crutchfield (teclados). Primera alineación de DNA, 1977-1979.

 

A lo largo de esta primera etapa (track 01 al 06; y track 19 al 23) prevalece, por un lado, una fuerte tendencia hacia un sonido sintético y minimalista; y por el otro, una rapaz inclinación hacia el punk… Sobresalen en este punto intervalos electrónicos simples y repetitivos; ritmos rudimentarios estructurados sucesivamente por bloques asimétricos; estridencias distorsionadas, disonancias, ruidos, fricciones sonoras; así como gritos y melodías de voz primitivas.

Como un aspecto especial en el sonido, predomina en todo el material una atmósfera seca y con marcada tendencia al silencio, generada y mediada desde la batería, a partir de su uso abstenido o sumamente moderado del contratiempo y platillos. Esta aproximación hacia el silencio, articulado como elemento activo, y también, como una reminiscencia de ‘ese clima propio’ de teatros y museos resulta un aspecto crucial para percibir en la experiencia audible un aire cercano a la actividad del arte.

 

Video 1.

Dentro de este entendido, la simpleza y repetición de los motivos electrónicos… suspendidos sobre espacios sonoros casi vacíos, y con sutiles acentos percusivos, puede remitir a las instancias del arte minimalista (ver imagen 1.); o bien, al encontrarse en otros puntos sobre líneas percusivas mucho más sólidas y opacas (sin contratiempo, ni platillos) aludir a ciclos de ruido industrial como piezas sonoras de arte moderno. En suma, una composición siempre salpicada y sucia, igual que la superficie de una abstracta pintura neoyorkina, por la salvaje estridencia expresionista y anti-técnica de la guitarra; sobre la cual, la voz realza su tosca aparición en constante juego hacia lo irracional.

En síntesis podemos decir que, el sonido de DNA, de manera sinestésica incluso, es capaz de hacernos pensar en minimalistas y subversivas piezas de arte moderno… actuando como vanguardista base sonora para un canto de punk.

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Imagen 1. Nivel Sinestésico (escuchar video 1). La simpleza de los motivos electrónicos de DNA, en espacios sonoros casi vacíos; es capaz de hacernos evocar una pintura minimalista cuyos breves elementos geométricos permanecen sobre un fondo blanco, negro, etc. Una superficie sonora, siempre salpicada de estridencia y ruido, actuando como vanguardista base para un canto de punk. (Izquierda: Pintura Bauhaus, 1919. Derecha: Arto Lindsay en presentación con DNA.)

Es en esta etapa de la alineación, con Robin Crutchfield en los teclados, donde los motivos electrónicos, no sólo actúan como modernas y medulares piezas, sino quizá, también, como una especie de respuesta, o incluso, burla, al sonido sintetizado de la música -new wave-, la cual, dominaba el mercado y la radio durante la época.

Con relación al disco, aunque estructuralmente predominan los bloques repetitivos con bajas revoluciones, en algunos otros puntos, el sonido explota hacia las instancias del punk, rompiendo con despliegues de energía y ritmo acelerado, pero sin perder sus (de)construcciones sonoras de base.

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En 1981, Brian Eno integra a DNA en el album de no wave «No New York», junto con The Contortions; Teenage Jesus And The Jerks; y Mars.

 

Resulta interesante como este material tiene, potencialmente, la facultad de llegar a niveles de sonido verdaderamente sofisticado y atemporal, incluso después de varias décadas.

 

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Ikue Mori en presentación con DNA.

 

Mucho se ha dicho sobre que los integrantes de esta alineación no tenían conocimiento ni experiencia con instrumentos musicales. En el caso de la baterista, Ikue Mori (cuyo nombre, posteriormente, adquiriría enorme peso dentro de la escena del noise, a partir de los años noventa), eso es cierto; no obstante, el bajista Tim Wright sería, a partir de su introducción al proyecto, el único con algún tipo de técnica musical convencional.

 

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El sonido -no wave- de DNA recuerda continuamente a ese objeto idealizado que subyace en la incansable búsqueda del arte neoyorkino: una expresión pura (primitiva), salvaje (muchas veces callejera), pero al mismo tiempo sofisticada (avanzada), y radiante.

 

Video 2. «DNA On DNA» El Álbum Compilatorio De DNA (Material Completo)