Carlos Santana es uno de los nombres obligados en las listas de músicos mexicanos más influyentes y Woodstock 69 es prueba de ello
Oriundo de Autlán de Navarro, Jalisco, Carlos Santana es considerado uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Comenzó tocando el violín gracias a su padre, quien tocaba el violín con un conjunto de mariachis. En el año de 1955 su familia decidió mudarse a Baja California, fue ahí donde comenzó a estudiar los diversos estilos de personalidades como B.B. King, T-Bone Walker y John Lee Hooker.
Para 1961 su familia volvería a mudarse, esta vez a San Francisco. Fue después de varios años trabajando como lavaplatos que decidió dedicarse a la música de tiempo completo. Su gran oportunidad llegaría en 1966, cuando durante una función, Paul Butterfield fue incapaz de salir al escenario debido a un mal viaje de LSD, historia que puedes leer acá.
Ese mismo año, Carlos formaría la banda Santana Blues Band, más tarde firmaron con Columbia Records y la banda cambió su nombre a Santana, quienes más tarde serían considerados como una de las mejores presentaciones durante el mítico festival de Woodstock 69.
En ese año, Bill Graham uno de los más grandes promotores de esa época, era el mánager de la banda. Durante una entrevista con el medio The New York Times, Carlos Santana recordó el momento en que Bill Graham les comentó sobre el festival:
“Habrá un concierto que les va a cambiar la vida. Necesito que me escuchen muy bien: después de este concierto, la gente comenzará a verlos como The Doors y Jimi Hendrix. Se meterán en problemas porque sus egos aumentarán tanto que necesitarán que alguien les ponga los pies sobre la tierra”.
Su presentación en Woodstock 1969
Finalmente llego el día, de acuerdo con Carlos Santana, a la primera persona que vieron fue a Jerry García, quien les dijo que tocarían dos bandas después de Grateful Dead.
Bueno, amigo, es mejor que te pongas cómodo porque, al parecer, no vamos a presentarnos sino hasta la una de la mañana. Es un desastre. Y, por cierto, ¿quieres probar un poco de esto?”.
Lo que le ofreció Jerry en ese momento era mescalina, un potente psicoactivo con propiedades alucinógenas. Carlos, quien solía consumir LSD y mescalina por esas épocas, sabia la duración que tenía, en ese momento eran las 12:30 y calculando que su presentación tendría lugar cerca de las 2 de la mañana decidió que era buena idea tomarla. Sin embargo, el destino tendría planes distintos para esa noche. Después de 2 horas de haber consumido mescalina, la banda fue notificada de que ellos eran los siguientes en el escenario. Sobre como recibió la noticia, Carlos mencionó lo siguiente:
Dos horas después de que la tomé, había un rostro frente a mí que decía: “Deben subir al escenario ahora mismo; si no, no podrán tocar”. Para ese momento estaba muy drogado, ¿sabes? Simplemente me aferré a mi fe y a lo que me enseñó mi mamá. Les pedí una y otra vez: “Tan solo ayúdenme a tocar afinado y a tiempo”.
El viaje en mescalina
La banda salió a tocar inmersos en un viaje de mescalina, era evidente que se encontraban totalmente drogados, pero esto no fue obstáculo para tener una de las mejores presentaciones del festival. De acuerdo con Andy Zax, coproductor de Woodstock — Back to the Garden: The Definitive 50th Anniversary Archive, fue uno de los mejores momentos:
“Cuando les pregunto a los músicos de Woodstock qué presentaciones les gustaron, de inmediato citan a Santana como uno de los mejores momentos”
Al ser cuestionado sobre su experiencia arriba del escenario y sobre si estaba alucinando, Carlos Santana respondió:
Totalmente (estaba alucinando). Me delata mi lenguaje corporal. Tuve problemas con la guitarra, no como un luchador, sino como un surfista, tratando de mantener y continuar el equilibrio. Esa es la clave de todo en la vida. Aunque estés sobrio o drogado de mescalina, mantén tu compostura y tu equilibrio.
No tenemos duda de que Woodstock 69 es un festival que será recordado como uno de los más grandes en la historia de la música.
