El panorama del rock mexicano ha sido moldeado por innumerables talentos a lo largo de las décadas, y entre ellos destaca con brillantez Jay de la Cueva
Admirado por muchos y odiado por otros tantos Jay de la Cueva es conocido por su versatilidad musical y carismática presencia en el escenario. Jay ha dejado una huella indeleble en la escena rockera mexicana a través de su participación en diversas bandas emblemáticas a lo largo de su carrera.
Si bien el recorrido musical de Jay de la Cueva comenzó «Micro Chips», una banda juvenil de los 80’s. Fue con «Titán», una banda pionera en fusionar rock y música electrónica en México, que logro darse a conocer a lo largo de distintos paises de la unión Europea. Su contribución aportó una nueva dimensión a la escena local e internacional, y esta experiencia sentó las bases para su futuro éxito.
No contento con una sola hazaña, Jay se unió a Víctimas del Doctor Cerebro, una banda icónica conocida por su mezcla única de rock, punk y elementos teatrales. Esta etapa consolidó su imagen como un músico vanguardista y carismático.
No obstante, fue su participación en bandas como MOLOTOV y Fobia lo que cimentó su estatus como leyenda del rock mexicano. En MOLOTOV, Jay aportó su talento contribuyendo a crear himnos sociales y políticos que aún resuenan en la conciencia colectiva. Mientras tanto, en Fobia, la versatilidad de Jay se manifestó una vez más, destacando como baterista y voz secundaria. Su participación en estas dos bandas icónicas demostró su habilidad para adaptarse y destacar en diversos roles musicales
Moderatto
El proyecto paralelo de Jay de la Cueva, Moderatto, merece una mención especial. Surgió en 2001 como una propuesta fresca y provocativa, como una burla al glam rock de los años 80. Moderatto, con Jay como líder, redefinió la relación entre la música y el espectáculo, fusionando la estética teatral con la pasión del rock. Sus influencias de bandas como Kiss, Mötley Crüe y David Bowie se reflejaron en su imagen y sonido, brindando una experiencia única a sus seguidores.
Moderatto dividió al mundo del rock mexicano como aguacate en una comida. Para los puristas del género, ver a Moderatto en la misma categoría que las leyendas del rock era como poner un unicornio en una película de vaqueros. Con su estética glam-futurista y sus versiones electrificadas de clásicos del rock en español, algunos fanáticos se retorcían como pretzels en una sala de yoga. «¡Blasfemia!» gritaban desde sus oscuros sótanos mientras se aferraban a sus vinilos polvorientos. Aunque Moderatto podría no haber sido su taza de té, hay que admitir que su energía contagiosa hizo que hasta los más duros headbangers movieran la cabeza (aunque fuera en secreto).
La importancia de Jay de la Cueva en el rock mexicano trasciende las fronteras generacionales. Su capacidad para evolucionar y sobresalir en diversas bandas, cada una con su propio estilo distintivo, es un testimonio de su talento y versatilidad. Además, su presencia en el escenario y su habilidad para conectar con el público han dejado una marca imborrable en la historia del rock en México.
En resumen, Jay de la Cueva ha sido un motor impulsor en la evolución y diversidad del rock mexicano. Desde Titán hasta Moderatto, su influencia ha sido profunda y duradera, dejando un legado que continuará inspirando a las generaciones venideras de músicos y aficionados al rock en México y más allá.
